Viernes Cuico - Fomsábado - Domingo de cine - Lunes de Fête

Este pasado fin de semana fue peculiar, porque cada día tuvo su forma de ser...

Empecemos por el viernes. Además del éxito de Rapunchy en su solemne de las 8 de la mañana, las aplicadas gallegas continuamos con nuestro documental sobre el intercambio en Chile, pese a ciertos inconvenientes ocasionados por el propio carácter chileno de pasar de la weá y darnos plantón en citas para entrevistas ¬¬. Pero sin duda, lo más notable del día fue la invitación de Roro a llevarnos a la discoteca de Monticello, un casino deluxe a unos kilómetros de Santiago. Tras una cena de pasta fresca (cortesía de Roro, cómo no), nos pusimos guapetes para ir a Suka, que así se llama la susodicha discoteca del casino.

Después de un trayecto en coche donde Roro nos iba explicando, siempre tan guía turístico, distintas características de zonas de Santiago que no habíamos visto nunca, llegamos a Monticello. Era un edificio cuyas paredes luminosas iban cambiando de color. Imaginaos nuestra cara de flipamiento.Entramos y dimos una vuelta por dentro, y no era menos sorprendente...




Aún flipando, llegamos a la discoteca... y se renovó la cara de O_O : era una sala llena de sofás, moqueta de colores, sillones giratorios, pista de baile con suelo iluminado con colores, un piso de arriba con balcón hacia la pista, luces súper potentes y láser verde... Realmente alucinante. Y por si fuera poco, por si no nos estuviéramos sientiendo "cuicos" (pijos) a muerte, a Roro no se le ocurre otra cosa que invitarnos a recenar, y nada menos que sushi... Pijismo al cuadrado.






Y allí nos quedamos, bailando en la pista de colores, en un ambiente que incluía tanto abueletes ricos marchosos como semichonis que se las dan de pijas, pasando por horteras treinteañeros con gafas de pasta amarillo fluorescente. Hubo frecuentes visitas al baño, pero no por ganas, sino porque era realmente bonito... Tuvimos que hacerle una foto, aunque la chica que limpiaba (era ir a mear y la tía ya entraba y limpiaba tu baño) se extrañó bastante.


Después de una noche guay, el sábado fue aburrido a muerte: día de trabajo para las gallegas, día de no hacer nada para Rapunchy. Tan aburrido fue que se mereció el prefijo fom-, de "fome" ("aburrido"), que frecuentemente se usa aplicado al domingo (fomingo) como típico día de espatarramiento y vagancia. Lo único bueno es que vimos la peli de Los girasoles ciegos, rodada en Ourense :)

El domingo hubiera sido una mierda si no fuera porque cierta persona nos invitó al cine porque tenía entradas gratis... ¿quién sería?... es difícil, ¿eh? Decidimos ir a ver Come Reza Ama (con Julia Roberts y Javier Bardem). Un poco lenta, pero perfecta para la situación porque hablaba de viajes inolvidables donde conocer personas inolvidables... ¡ohhhhh! Después de entrañables momentos, volvimos a casa, no sin antes dejar que Rapunchy cumpliera su sueño de hacer el capullo con un carrito de la compra en un parking totalmente vacío.

Y después de un finde agridulce, empezó la semana. Si los lunes de por sí son una mierda, para Xi y para mí, este lo fue especialmente porque pasamos todo el día en la uni. En cierto momento, estábamos bloquedas y asqueadas trabajando con Irina, una almeriense compañera de grupo, y se acercó Roro, que pasaba por allí. Le dijimos que necesitábamos chocolate contra la depresión de un trabajo cansino y asqueroso... Y al tío no se le ocurre otra cosa que irse al centro comercial más cercano, comprarnos bombones en la chocolatería más pija de Santiago, y dárnoslos "porque son loh únicoh que trabajan en ehta universidad, po". Lógico y normal, ¿no?




Los intercambios son como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar. Si tienes suerte, puede ser un chileno loco que te considere tan bacán que se convierta en un guía-amigo-padre-ángel de la guarda inolvidable.