domingo, 2 de enero de 2011

Fiesta-pijama-del-último-finde-con-Roro-en-Chile

Hola a todos, después de tanto tiempo... Seguimos rememorando los últimos momentos en Chile, para aquellos que aún nos aguanten, y para que queden escritos para la posteridad. Allá vamos...

Sábado 11 de diciembre

Este finde no iba a ser uno cualquiera: era el último que íbamos a pasar con Roro en Chile. Por eso, había que hacer algo a la altura de las circunstancias. ¿Y qué mejor que una fiesta pijama, como en nuestros años mozos?

El sábado por la mañana, mientras Rapunchy daba un repaso a su último examen, Xi y yo seguimos preparando nuestro viaje al sur. Como no hacíamos más que preocuparnos, Rapunchy trajo a casa a Florian, su amigo francés, para que nos explicara qué era lo que él había hecho en su viaje. Nos contó cómo había sido la ruta de senderismo que él había hecho (y que nosotros, ingenuos, también nos propusimos hacer...). Una buena explicación, plagada de acento francés y algún que otro "merde, putain!" para hacernos reír.

Ruta que pensábamos hacer, exceptuando uno de los tramos, os enteraréis del desenlace...

Después de tanto estrés con los preparativos, Roro vino para salvarnos la vida, casi literalmente, trayéndonos comida, porque casi no teníamos. Pero no nos trajo unas pizzas o unos rollitos de primavera rancios, como cualquier persona normal haría, sino que fue al Food Market (el mítico supermercado ultra-cuico) y compró raviolis y canelones premium de colorines y con rellenos de pitiminí. Acabamos llenos como ceporros (o "Jennifer", como dirían en Chile con su buen gusto por los juegos de palabras...).

Después empezaron los preparativos para la fiesta pijama: alquiler de pelis en Blu Ray, compra de ingredientes para tortitas mexicanas, etc. Llegamos al "depa" de Roro y nos pusimos manos a la obra con la cena. Hicimos tantísima comida que sobró más de la mitad, y en lugar de recogerla y guardarla, la dejamos en la mesa por si alguien tenía hambre más tarde... (al día siguiente, el guacamole era totalmente negro, las tortillas estaban petrificadas y la carne no daba muy buen rollo...).

Pero el gran show empezó cuando quisimos organizar el sitio para dormir. En pocas palabras, lo que hicimos fue desmantelar el salón totalmente. Movimos todos los muebles, y en el espacio de enfrente de la tele pusimos el maxicolchón Rosen Box Spring de Roro, que pesa una tonelada, así como el somier, que no me preguntéis por qué, en Chile es también un colchón, no barras de madera como en España... Teníamos pues el equivalente a dos camas de matrimonio en medio de un salón...

Fase 1: Translado de los maxicolchones y adecentamiento de la susodicha falsa cama.

Fase 2: Instalación de los sistemas audiovisuales varios y visionado de obras de diversa índole.

Nos acomodamos y empezamos a ver pelis... La primera que cayó, para aligerar el terreno, fue "Grown ups" (o "Son como niños"), típica peli chorra que pensábamos ver para después poner una guay, como Donnie Darko o así... Resultado: Rapunchy se durmió después de los créditos iniciales, Roro tras la primera media hora, Xiana dormitó y yo tuve que hacer esfuerzos para acabarla. ¿Y la peli guay de después? Abortada, pero Xiana empezó a ver "Despicable me" ("Mi villano favorito"), ella sola como una loca mientras los demás dormíamos... Menuda fiesta pijama, ni nos pintamos las uñas, ni hablamos de chicos populares del instituto, ni jugamos a beso-verdad-consecuencia... Los años no pasan en balde, pero fue muy bonito.


Domingo 12 de diciembre

A la mañana siguiente, después de ver el asquillo que daba la comida del día anterior, fuimos a comprar el desayuno en una panadería-pastelería cercana. Poco después de desayunar, como ya era mediodía, Roro se tuvo que ir porque había quedado para una comida de hermanos celebrando su reciente egreso. ¿Y creéis que nosotros tuvimos la decencia de irnos a nuestra casa? Nada más lejos de la realidad: nos quedamos jugando al Grand Theft Auto en la XBox. Lo pasamos genial atropellando gente, peleándonos, conduciendo a lo loco... sobre todo Rapunchy, que no hacía más que matar al personaje que guiaba al protagonista en el juego ("Román ha muerto"), o llamar a una tía a ver si quería temita (Michelle-"Estaba durmiendo, llámame por la mañana")... Puto Rapunchy...

Cuando vino Roro, nos fuimos a la "París Parade", un desfile navideño patrocinado por los grandes almacenes París, una especie de El Corte Inglés chileno. Después de pasar un aplastamiento tremendo en el metro, un aplastamiento tremendo por la calle y un aplastamiento tremendo esperando que empezara el desfile, pudimos ver los muñecos hichables voladores del Viejito Pascuero, Bob Esponja, el dinosaurio Barney, Mr. Potato... vamos, un poco más "gringo" y hacen a Obama también... Nos fuimos antes de que acabara, porque el aplastamiento tremendo nos superó... Y luego aún tuvimos que hacer un buen tramo caminado hasta coger otro autobús atestado de gente.

En cierto momento, al irnos, vimos que había una especia de autobuses blindados del ejército, por ahí... Pensamos que serían simples dispositivos de vigilancia, pero al día siguiente, pudimos ver en los periódicos titulares del estilo de "400.000 personas ven morir a Bob Esponja"... Y es que resulta que, en cierto momento, la peña se empezó a volver loca y a atacar a los muñecos hinchables gigantes!!!!! Lo que yo os diga, el aplastamiento de 400.000 personas (o más, según otras fuentes) causa estragos psicológicos graves.

Paris Parade... hasta ahí todo bien, gringo, pero bien

Luego empezó la matanza...

Bob Esponja, descanse en paz (al menos murió con una sonrisa en los labios)

Después de enterarnos de la tragedia, tuvimos que hacer un esfuerzo y seguir con nuestras vidas, jajaja. Roro insitió en llevarnos a un restaurante que le gustaba, y por supuesto, nos convenció. Era un restaurante japonés de teppanyaki, estos que te sientas en torno a una plancha y el cocinero cocina delante tuya, haciendo malabarismos y tal. Fue una autética pasada. Además, compartimos mesa con unos businessmen catalanes! Quina casualitat, noi!

No nos busquéis en la imagen, son fotos ilustrativas del rollito Teppanyaki este.


Como una noche de fiesta pijama se nos había quedado corta, volvimos otra vez a dormir al desmantelado salón de Roro. Esta vez, la película de la noche fue Shutter Island: sólo Rapunchy y yo sobrevivimos. Viejos de mierda, coño.


Lunes 13 de diciembre

Rapunchy tenía ese día su último examen, el de la asignatura de los militares, así que volvimos a nuestro piso. Mientras el repasaba y se iba a hacer el examen, Xi y yo hacíamos la maleta. A la vuelta de Rapunchy (después de haber hecho el examen en diez minutos, el muy sobrao), fuimos a comprar unas últimas cosillas para el viaje al sur, y de paso a comernos un yogurcito helado riquísimo. Después de acabar las compras, ya con Roro, nos fuimos a cenar a un restaurante típico chileno llamado Liguria... nuestra última cena juntos!
La imagen corporativa del restaurante era una pasada

El restaurante también, claro

Xiana y Rapunchy cenando

Después, llegó el momento más emotivo de la noche... La entrega de regalos de despedida. Nosotros ya le habíamos dado a Roro el nuestro: un vídeo de nosotros haciendo el gilipollas en los lugares más emblemáticos de nuestro "Rorasmus", con cartelitos con los chistes internos y al ritmo de las canciones que más oímos en nuestra estancia. Y además, como colecciona zapatillas, unas Adidas Originals, para que quedáramos siempre como parte de su colección... Y él... el nos hizo a cada uno una caja personalizada, que incluía un álbum de fotos, una carta personal y un regalo material... ¿Y qué pasó? Acabamos todos llorando como magdalenas, todos.

Después, el trayecto en coche al aeropuerto: todos calladitos, mirando la noche santiaguesa por la ventana, al ritmo de nuestras canciones emotivas del Rorasmus: Chicago (Sfjan Stevens) y Fireflies (Owl City). Y en el aeropuerto, un tremendo abrazo conjunto, con Roro diciendo "Ya, po, niños" , "Ya, po, amigos"...

Nos despedimos de Roro. Volveríamos a Santiago, pero no sería lo mismo... A partir de ahí, empezaba nuestra aventura en el sur...

jueves, 30 de diciembre de 2010

Penúltima semana. Ahora somos 3

Viernes 3 de diciembre. Empieza la Teletón!

Después de semanas oyendo hablar de la Teletón en todos los medios de comunicación y de recibir una profunda instrucción sobre el evento por parte de Roro, por fin empezó la Teletón. Esto es un evento que inventón un hombre llamado Don Franciso que se hizo rico con un programa de televisión y que decidió hacer un evento para ayudar a los niños discapacitados que vivían marginados de la sociedad. Así, un bonito día hace 32 años Don Francisco creó este macroevento que, durante unas 28 horas retransmite de forma ininterrumpida

A las 10 de la noche empezó la Teletón y ahí nos quedamos postrados en el sofá hasta las 3 y medio de la mañana, cuando no se nos ocurrió otra cosa que ir al banco a aportar nuestro granito de arena. Así, llegamos a las cuatro de la mañana al banco (algunos abren toda la noche para que la gente vaya a dar pastufa) y aportamos nuestros eurillos. La economía del estudiante no nos permitía mucho más. 


Sábado 4 de diciembre. 


La teletón seguía y nosotros viéndola de vez en cuando. La programación consistía en actuaciones de cantantes y grupos folclóricos, humoristas, famosillos de la televisión (todas las cadenas nacionales retransmiten la Teletón), chicas haciendo bailes semieróticos a las tantas de la noche (vedetón), historias de niños lisiados... bueno, un poquillo de todo. Pero Don Francisco al pie del cañón durante casi todo el tiempo. Pobre hombre, que ya está viejito!

Don Francisco y el Niño Mascota

El sábado estuvimos trabajando un poquillo y después, por la noche, quedamos (cómo no) para ver el cierre de la  Teletón y ver si se había cumplido la meta de dinero que se había propuesto en un principio (la cantidad de dinero recaudado en la última edición). De nuevo postrados en el sofá estuvimos viendo cómo artistas cantaban canciones extrañas, el reggaeton seguía triunfando, millonetis donaban 1 millón de pesos y Cecilia Bolocco (la diva por excelencia de Chile, que tiene loco a Rapunchy) lucía sus modelitos de aquí para allá. Al final la meta se cumplió y además, pudimos ver los fuegos artificiales en directo desde la ventana del salón!




Domingo 5 de diciembre


Hoy tocó trabajar que al día siguiente teníamos nuestras últimas dos solemnes. Porque aunque la gente no se lo crea, también trabajamos eh! 


Lunes 6 de diciembre

Último lunes nostálgico. Este día tocaba trabajar. Rapunchy tenía que entregar un trabajo final y nosotras las dos últimas presentaciones que, por fin, cerraron nuestro paso por la UPacífico. Este día era el último lunes que Roro nos llevaba a clase después de clase así que, para recordárselo, le dejamos un papel en el parabrisas del coche escribiéndole la fanfarria en honor al últimos lunes nostálgico.

Después de la última presentación nos dirigimos al aeropuerto, ya que Noa nos abandonaba durante tres días para ver a Jonás a Buenos Aires.  La dejamos con tristeza en nuestros corazones y al tiro, nos fuimos al Vergel a cenar wrappies vegetales con Rapuncio, ñam ñam. Estamos muy concienciados con nuestra dieta “wellness”... hasta que dos días siguientes comimos Chicken Mac.

Martes 7 de diciembre.

Rapunchy y yo éramos los dueños de la casa, cual matrimonio de los años 50, él trabajaba mientras yo holgazaneaba en el sofá, cogiendo un poco de chuño del aburrimiento. Por la tarde, mientras Rapi seguía con sus trabajos arduos de la Diego Portales, con ganas de matar a sus compañeros de grupo y hablando solo de vez en cuando, yo me fui con Roro a buscar una campaña de publicidad en la calle para un trabajo de clase. Y, cuál escogió? La campaña de la Paris Parade (esperar hasta el domingo para saber lo que es).

Esa noche teníamos previsto ir al after office en Alto San Francisco, para que Rapunchy conociera el lugar y se animara con un poco de perreo y purrún purrún (le encantó!...).


Antes de ir a la discoteca nos acercamos a la municipalidad de Las Condes (una comuna de Santiago) donde hacían un juego de luces muy Navideño proyectado en la fachada del edificio.




Además, por fin, pudimos conocer uno de los restaurantes favoritos de la  familia Rojas García, el Tanta. Un restaurante peruano un tanto cuiquillo pero, por supuesto, con mucho encanto. Y ahí yo, rodeada de dos señores me sentía un poco indefensa... Noa, dónde estabas?


Miércoles 8 de diciembre

Hoy fue un día relativamente tranquilo en el que, cual niños trofollacos, fuimos a la bolera, a cenar al McDonalds y a ver Megamente en 3D al cine.

A los bolos no hace falta decir quien ganó (guiño, guiño), la hamburguesa estaba muy rica y la película... mué. A Rapunchy le gustó porque las imágenes de la ciudad estaban muy bien hechas pero lo que es el argumento... (y lo digo yo que me encantan las películas chorras), pues no era gran cosa.





Jueves 8 de diciembre

Yo seguía sin tener nada que rascar así que sofá, ordenador, sofá, ordenador... Rapunchy tenía que acabar sus últimos trabajillos y Roro tenía que hacer las últimas cosas de la tesis que ya tenía que presentar al día siguiente. Por la tarde Rapunchy y yo fuimos a dar una vuelta por Los Leones y, así, pude enseñarle mi tienda favorita de toooooodo Chile que se llamaba “Casa & Ideas”. Claramente era la típica tienda de caralladitas para la casa, de decoración y demás que a mí me gustan. No es muy difícil imaginársela. Rapunchy sólo se dignó a decirme “Xiana, es horrible cuando las chicas traéis a vuestros novios a estas tiendas”. En fin... no saben lo que se pierden.


Por la noche Roro vieno a cenar para no perder la costumbre y después vimos Lluvia de Albóndigas. Rapunchy se durmió después de 5 microsegundos, Roro se durmió intermetente durante toda la película e hizo comentarios de esos que hacen las personas que se han dormido para disimular y fingir que no lo han hecho, y yo, que ya la había visto 3 veces, la vi enterita. Si es que es genial! Pero no la supieron apreciar :(


Viernes 9 de diciembre

Hoy era el gran día de Roro. Por fin iba a presentar la tesis y ya iba a estar "egresado". Por eso, Rapunchy y yo fuimos a la uni a ver si podíamos ver la presentación o sino, a esperarlo a la salida como una buena familia. Mientras tanto, Noa venía de camino de vuelta de Buenos Aires. Al final no pudimos ver la presentación pero fue todo tan bien que fuimos a comer por última vez a nuestro amado Johnny Rockets. Batido, hamburguesa y patatas entre pecho y espalda nos fuimos a dar un paseo por el mall de la Dehesa para dejar que nuestro cuerpo entero pudiera hacer (o por lo menos empezar) la digestión. Eso iba a llevar unas cuantas horas... Por la tarde cada uno a su nidito a descansar y ya, por la noche última cena en el Vergel. 

Después nos dispusimos a salir de fiesta por última vez en Santiago, al primer sitio que fuimos juntos: a la fiesta Multicolor en Industria Cultural. Antes de ir a la discoteca fuimos a casa de la Roma Román (compañera de tesis de Roro) y allí estuvimos de palique con ella y con el Pipe. Cuando ya nos decidimos a irnos a bailar llegamos a la discoteca y no nos dejaron entrar por jovencitos. Y nosotros sólo queríamos cerrar el círculo... jo!




viernes, 3 de diciembre de 2010

The final countdown

Seguimos con el relato de la recta final, cada vez más morriñosos ahora que ya llegó diciembre.

La semana pasada entre trabajos y "revisores de solemnes", tuvimos algunos momentitos de ocio. El martes, relax en el Parque Arauco (fotos abajo) tomando un maxi "jugo" de frambuesa, plátano, u otras mezclas de ingredientes frutales, y acabando la noche viendo Apocalypto en Blu Ray, deleitándonos con sangre y más sangre indígena por cortesía de Mel Gibson.

Boulevard del Parque Arauco

Escaleras mecánicas en cascada en el Parque Arauco


El miércoles, despidiéndonos del mítico Miércoles Po, en la que, para no faltar a la tradición, no había más que guiris perreadores, guarrillas borrachas que buscaban exhibirse, marranas internacionales que bebían cervezas con embudos o tenían pequeños rollos lésbicos, e incluso algún que otro hombre de casi 40, de nombre "Leonardo", profesión "instalador de software", y en sus ratos libre viejo que va preguntando una por una a todas las tías del miércoles po si quieren bailar, esperando que alguna esté lo suficientemente borracha como para aceptar a ese viejo petardo. Una despedida asquerosa, no podía ser menos para el Miércoles Po.


Elemento borrachil más utilizado en el Miércoles Po

El jueves, una breve escapadilla al cine a ver Post Mortem, una película chilena que estuvo a punto de ganar el festival de Venecia. Macabra y lenta... El balance final: Rapunchy se durmió con la boca abierta, Xiana y Roro hablaban para no caer también... Solo a mí me gustó. Llamadme friki, puede que tengáis razón.


Con la llegada del finde, llegó el carrete de despedida de estudiantes de intercambio en el departamento de Roro. Con eso, en la semana ya despedimos las dos fiestas más míticas de nuestra estancia en Chile (miércoles po y departamento de Roro). Fue una buena fiesta, con momentos de risa (motivados por la felicidad y el alcohol), de llanto (motivados por la emoción y el alcohol), de indignación y enfado (motivados por los alcohólicos), de asco (alcohólicos de nuevo), de nostalgia (esto puede que fuera porque... no, fue el alcohol), de canto emocionado (ya sabéis por qué) y un largo etcétera. Pasamos allí la noche: unos acabaron durmiendo en el sofá entre toses continuas, otros soñando plácidamente, algunos durmiendo con boquita de piñón y otros despiertos toda la noche con la cabeza entre dos almohadas ajenas (por supuesto, a mí me tocó esta genial experiencia ¬¬).


Al día siguiente, desayunamos muffins del Castaño (la panadería-pastelería por excelencia de nuestro intercambio) en la terraza de Roro. Después fuimos a buscar nuestro equipamiento de piscina y fermentamos en la piscina de Roro, que parecía totalmente de hotel. Eso sí, solo Xi y yo disfrutamos este privilegio: Rapunchy se quedó durmiendo y Roro haciéndonos la comida... Para que luego digan que la situación de la mujer es mala en Chile!

Una de las cosas que Rapunchy más va a extrañar de Chile

Un voyeur nos hizo fotos en la piscina de Roro

Después de una rica comida, nos esperaba una sorpresa triste... El pobre Rapunchito llevaba ya mucho tiempo enfermo, así que decidió y decidimos que había llegado el momento de ir al médico. Roro nos llevó a una clínica cuica total, donde atendieron a Rapunchy hasta tal punto de ponerle suero casi nada más llegar, hacerle análisis de sangre e incluso una radiografía, todo en el lapso de una hora. El pobre estaba hasta asustado porque lo llevaban de un lado para otro en silla de ruedas! Pero gracias a todas las pruebas, pudieron diagnosticarle una neumonía leve... pobrete. La suerte es que, como el hermano de Roro es médico, tenía los antibióticos y se los dio gratis a Rapunch... aunque eso no quitó que el pobre tuviera que pagar pastufa en la clínica.
Como colofón del día, cenamos sushi (somos adictos, lo sabemos) y vimos la maravillosa película Vampires Suck, esa especie de Scary Movie de la saga Crepúsculo... Mala y vomitiva, pero aún nos reímos.

El domingo, trabajo y calma hasta las 7 y pico, hora en la que nos fuimos a ver una obra de teatro llamada "El hijo de la peluquera". Estuvo muy bien, nos reímos muchísimo (sobre todo Roro, que parecía que tenía espasmos). Incluso tuvimos la suerte de ver, antes de entrar, a un arquitecto que tiene un programa televisivo, City Tour, que es el favorito de Roro. Y moló porque el tío es un friki y viste rarísimo... Pena que a Roro le diera vergüenza que le pidiéramos una foto.

Obra de teatro que vimos

Federico Sánchez, arquitecto friki ídolo de Roro

Empezó la semana, y empezó nuestra dieta trofollaca cenando una pizza gringa de la cadena Papa John's. Sobredosis de queso, peperoni y masa. :S

También comimos "palitos de parmesano": barras de masa grandes cual penes, que devoramos cual chupapenes

El martes fue un gran día, y es que Roro, desde hacía mucho tiempo, quería invitarnos a comer en su restaurante favorito, el Mestizo. Y ese día que veíamos tan lejano llegó antes de lo que parecía... Comimos auténticas delicias de marisco, postres cuicos cuicos y hasta un cóctel de arándanos exótico y sabroso. ¡Qué bonito!... Y además, por la noche, fuimos al cumpleaños de "la Caro", una amiga de Roro que había estado en nuestra clase en la Pompeu. Por supuesto, fuimos como acopladas, pero lo pasamos bien, en un bar tipo árabe, con cachimbas, nachos con guacamole, etc.

Restaurante Mestizo, el favorito de Roro, y cuico con todo

Nosotros felices tras una comida rica en todos los sentidos: por su sabor, su valor sentimental (y su precio).

Durante la semana también hubo alegrías académicas. En el caso de Rapi, recibió un abrazo de un profesor, mientras todos sus compañeros se conformaban con un ligero apretón de manos. En nuestro caso, nuestro profe de creatividad nos felicitó y dijo que pensábamos bien y que podríamos trabajar en Chile... quién sabe...

La noche del miércoles estuvo marcada por los tacones y los businessmen de 35 para arriba: fuimos a la fiesta After Office con las mexicanas y Roro. El sitio era muy bonito (estaba encima de un parking, aquí es habitual) y lo pasamos muy bien con nuestro look elegante, aunque los businessmen no eran nada atractivos, sino más bien viejunos.

Guapetes, guapetes, entre businessmen viejetes

Y ayer jueves, un día sorprendente y entrañable: Roro nos invitó a su casa a que pusiéramos el árbol de Navidad! No os podéis creer lo increíble que es algo así cuando estás a 35 grados de temperatura. Fue muy bonito: escuchamos villancicos y hasta nos hicimos fotos al estilo de las postales navideñas gringas. Después vimos La nana (nombre que se les da aquí a las empleadas domésticas), otra película chilena muy muy buena (esta vez estuvimos todos de acuerdo).


Este fin de semana nos espera la Teletón, una telemaratón para recaudar fondos para los discapacitados, pero que aquí es todo un evento nacional... ya os contaremos.

Y eso... Merry Christmas from Chile. With love.

Postal gringa total. Somos geniales poniendo caras de plástico. Pero realmente os queremos!

viernes, 26 de noviembre de 2010

Empieza el final

El final del intercambio está cada vez más cerca y es por eso que tenemos el blog un poco abandonadiño, porque estamos aprovechando hasta el último segundo de nuestros días para hacer cositas. Así que, ahí va, nuestra última semana contada muyrapidisimo.

El lunes transcurrió con clases galleguiles y rascamientos rapunciles y, por supuesto, terminó con nostalgia... como todos los lunes cuando salimos de clases y nos vamos a casa con Roro mientras vemos la puesta de sol... snif snif.

El martes fuimos a cenar fuera (nuestra economía empieza a resentirse...) a una especia de bar-pub muy chachi llamado Teclados. Había como mil personas todas bebiendo y comiendo pinchillos de todo menos de cosas sanas. Así, para no desentonar, nos sentamos los cuatro (ya no hace falta ni decir que venía Roro) en una mesa y nos dispusimos a pedir los platos de la carta más grasientos y menos verdes, las apodadas Patatas explosive y Nachos. (Una vez aquí, y para siempre aquí).




Uno de los momentos más esperados de la semana fue el jueves día 18 porque... sabéis lo que pasó? estrenaron Harry Potter 7 -Parte 1- Uhhhhhhhhhh!!!!... Así que, como buenos frikis seguidores de Harry Potter (algunos más que otros) nos fuimos al cine. Cómo no, con una oferta que tenía Roro para conseguir las entradas baratérrimas XD.

El viernes Noa y yo tuvimos nuestra última excursión con los alumnos de intercambio organizada por la Universidad. Así, 20 mujeres nos subimos al microbus rumbo a los viñedos de Concha y Toro (la marca vinícola más importante de Chile y la segunda en ventas del mundo... wolaa....). Una vez llegamos nos estaba esperando nuestro guía que nos paseo por todas las instalaciones explicándonos la historia de la marca, contándonos anécdotas y curiosidades y dándonos vasillos de vino. Sí, a alguna se le subieron los colorcillos. El vino blanco estaba bastante rico pero el tinto dejaba un regustillo a lija un tanto peculiar y molesto (de esos que haces con la boca: mña, mña, mña...).



Al volver de la viña Roro y Rapunchy nos esperaban para ir al teatro indepe de la Universidad de Chile, para ver nada más y nada menos que "Polifonía de la Vagina" (un título atractivo a la vez que intelectual...). La universidad estaba llena de perroflautillas indepes (aquí llamados comunistas) y carteles reivindicativos, por lo que el pobre Roro no pudo evitar sentir morriña al recordar su intercambio en la Autónoma, ains... En la obra actuaban chicas universitarias y lo que hacían era, básicamente, hablar sobre las intimidades femeninas en tono de humor, y poético-existencial algunas veces. Lo curioso es que todos se reían de los insights más íntimos, mujeres y hombres... especialmente Roro (hm....).

Después del teatro, por si fueran pocas las actividades que habíamos realizado ese día, nos fuimos a cenar sushi (nos hemos hecho adictos, tenemos que confesarlo...), a precopear a casa de Roro (mientras nos motivamos jugando con la batería y la guitarra al rock band) y de fiesta a Multicolor. Esta vez, la fiesta era en una discoteca llamada Alto BARCELONA que, por cierto, estaba situada en un parking (WTF?). En resumidas cuentas, llegamos un poco piripis, bailamos, vimos de nuevo a Mandrill, Noa ligó con una cantidad de hombres considerable, hicimos muchas fotos y alguno acabó muy curaillo porque decía que iba al baño y volvía con un vaso de whisky...


aló?




Ah! después de salir de la discoteca seguimos con nuestra dieta poscarrete, es decir McDonalds. Pero esta vez alguien más se unió a la comilona...

pecador

El sábado fue un día cuanto menos raro y es que, por fin, decidimos llevar a cabo la Marshmallowada (acampada en la que se comen malvaviscos y se canta el cumbaya) que teníamos planeada casi desde que llegamos.

A eso de las 6 salimos de Santiago (después de pasar por el supermercado y tener que comprar mil cosas porque nos fuimos de casa con la ropa y poco más). Así, después de perdernos e ir de aquí para allá en busca de un camping que habíamos visto que valía 3000 pesos... al fin llegamos, en pleno anochecer. La primera impresión del camping no fue demasiado buena, y es que lo primero que vimos una casa chabola de donde salió el encargado, pero las siguientes fueron muuuuucho peores. Nos bajamos del coche y decidimos dar una vuelta por las "instalaciones" para ver qué tal estaban. Lo primero, nos acercamos a la zona de las tiendas (todas apiñadas y colocadas de cualquier manera) y vimos bastante gente, lo cuál nos alentó un poquitito, hasta que vimos que la parrilla (donde pretendíamos hacer nuestro asado) estaba a ras de suelo y para usarla tenías que hacerlo en postura de cagar. Seguimos caminando para ver los baños, porque los necesitábamos después de toda la tarde en el coche. Fue entonces, de camino a la casucha de los retretes, cuando tres caballos se plantaron en escena galopando entre las tiendas en nuestra dirección. Corrimos un poquitito gritando hasta que vimos que los caballos se desviaron y suspiramos aliviados sin todavía poder creerlo. En shock continuamos nuestro camino mientras dos perros gigantes y sarnosos nos seguían... No voy a hablar de los baños, ya los podéis imaginar.

Después de un breve debate decidimos que no podíamos dormir ahí, el porqué, bueno... no queríamos que un caballo aplastara nuestras cabezas mientras dormíamos. Cogimos el coche y arrancamos lo antes posible. En la salida nos encontramos a un grupo de 30 personas que iban hacia al camping, tendría discoteca?

(estábamos demasiado asustados como para hacer fotos...)

Dimos una vuelta por la zona sin esperanzas de encontrar otro camping donde guarecernos y con la idea de que posiblemente tendríamos que acabar acampando en el salón de nuestra casa. Después de personajes extraños que vagabundeaban por la carretera y leñadores siniestros vimos la luz y encontramos un camping genial. Con sus casetitas, sus baños higienizados y con parrillas a una altura digna.

Montamos la tienda de campaña (de National Geographic, que Roro compró exclusivamente para esta nuestra aventura), hicimos nuestro asado siguiendo técnicas ancestrales del padre de Roro, comimos como becerros y después, por fin, nos fuimos a "dormir".
demostración de técnicas ancestrales

Rambo
Malvavisco chamuscado
Rapunchy un poco malito

Tienda National Geographic Oklahoma


La noche avanzaba con agudos dolores de espalda (no llevábamos esterillas, sólo un par de sacos de dormir para poner a modo de colchón u una manta gigante de nuestro piso para taparnos los 4)y movimientos continuos. Pero todo el mundo parecía estar durmiendo menos yo. Lo primero que me despertó y que me dejó en ese estado un buen rato fue Roro y su sonambulismo y es que, sin verlo venir, dijo algo como: "gruarkdjvsdfmvefnvef dlvkneof!!!" y se empezó a mover O.o. Y yo... que fui la única que estaba muerta de miedo. Pero entonces, por si no estuviera bastante acongojada empecé a escuchar un animal corriendo y jadeando cerca de nuestra tienda. Se oyó un ratito y se fue. Hasta que volvió. Intentando dormirme emepecé a escuchar cómo un animal estaba en la puerta de nuestra tienda gruñiendo y revolviendo algo que sonaba a plástico. Desperté a Noa. Todos se despertaron. Estábamos perplejos ante la situación, yo que pensaba que era un lobo gigante que se estaba comiendo la tienda, Noa que estaba semipreocupada porque sus zapatillas estaban fuera, Rapunchy que no hacía nada y Roro que quería dormir. Todo se resolvío de ahí a un rato, cuando Noa empezó a gritar "Perro! fuera! perro!". Se fue y Noa rescató sus zapatillas. A la mañana siguiente vimos que la bolsa de basura no estaba y la tienda estaba intacta...



A la mañana siguiente nos esperaba una caminata que venía incluida en el precio del camping, y como todo lo gratis, había que aprovecharlo. Con más gente y el guía Francesco nos pusimos en marcha de camino a la Cascada de las Ánimas. Hicimos ejercicio, aprendimos muchas cosas de la naturaleza y, por supuesto, hicimos fotos ;).

puente de Indiana Jones



Chile's next Top Model



Después de la caminata volvimos a casa y hasta una nueva semana.

Un bico :)