La noche del desenlace impactante

La semana de vacaciones empezó ayer. Tras días de trabajo, ya somos libres y, aunque tenemos algo de "faena" vacacional, ya no tenemos que preocuparnos de "pruebas solemnes" y demás cosas extrañas de las evaluaciones universitarias chilenas.

Por todo eso, ayer decidimos salir de fiesta. Quedamos con nuestras amigas mexicanas (que, por cierto, se llaman Ana Paula y Fabiola) y fuimos a una especie de bar-discoteca muy concurrido por gente de diferentes edades, tanto guiri como chilena, y de todos los estilos, cosa que nos llamó bastante la atención... Luego descubrimos la razón.

Empezaron poniendo música genial, tipo Razz totalmente, tanto que nos sentimos como en el mismísimo Dirty Dancing, pero derivó en una especie de hip-hop raro... hasta que llegó a una especie de música rara que los chilenos cantaban mientras nosotros poníamos caras de extrañeza (uno de los últimos hits que oímos antes de huir, fue "A mover el culo"... no la busquéis en Spotify :S ).





Al irnos, nos entró el típico ataque de hambre post-salida, así que fuimos a comprar una cosa llamada "sopaipilla", muy típica de aquí, con salsas varias de "ají" (chili) y demás... Las compramos en un puesto callejero a un hombre con gorra del Barça que las freía en un aceite cuanto menos sospechoso... si hoy vamos demasiado bien de vientre, ya sabremos por qué. Nos dejaron un aliento mortífero y picante, pero mmmmmmmm! (La mexicanas las adoran, tanto que les dedican canciones y todo...).

Después subimos un rato al departamento de las mexicanas, el cual fue bautizado como "la ratonera" por sus reducidas dimensiones (aunque acogedor, en el fondo). Allí estuvimos hablando de cantantes mexicanos de éxito en España y viceversa (os sorprenderían todos los cantantes españoles conocidos y seguidos en mexico, entre ellos José Luis Perales, Camilo Sexto... !). Una agradable noche, un agradable tentempié, una agradable charla... hasta que salimos de "la ratonera"...

Íbamos a coger el taxi, pero como buenos guiris-amarraos-que-no-quieren-ser-timados, preguntamos antes al taxista cuánto nos podría costar... Mientras Rapunchy hablaba con el taxista, Xiana y yo esperábamos a su lado... y sin darnos cuenta, un sigiloso individuo se acercó... Y después... lo único que alcanzamos a oír fue el fuerte tirón que dio para arrancarle el bolso a Xiana y salir corriendo!!!!

Pero lo que el capullo no sabía era que en ese bolso estaba la cámara... y que Xiana no estaba dispuesta a perder otra cámara ni de coña! Por eso, salió corriendo y gritando detrás, ante la angustia de Rapunchy y mi shock. Sus bailarinas salieron volando cual versión extraña de Cenicienta, y yo me quedé con una de ellas mientras la gente me miraba como "la amiga de la robada", y SuperRapunchy salía al rescate... Tras una larga carrera llena gritos para atraer la atención de la gente, el capullo se debió cagar de que todos lo miraran y... le devolvió el bolso!!! Nunca subestiméis el poder de una gallega enfadada.

Después nos subimos al taxi sin preguntar... el precio ya daba igual. Y al llegar a casa, puerta cerrada con doble vuelta de llave.

Besos de tres guiris que aprendieron la lección.