Conociendo Santiago (por fin)

Buenas noches, noches.

Después de varias expediciones a las inmediaciones de la ciudad, este fin de semana hemos decidido quedarnos en la ciudad para conocerla un poco más allá de los límites de nuestro barrio, la universidad y las calles oscuras que paseamos en nuestra época de búsqueda de pisos. 

El viernes fue un día sabático después de la resaca de la fiesta del jueves, así que poco que contar. Sólo vimos series, vagueamos, vagueamos y vimos la tele. Poco más.

El sábado, nos aventuramos y los tres juntitos fuimos a explorar algunos puntos de la ciudad que parecían interesantes y que, parece ser, éramos los últimos en tachar de la lista. En primer lugar, nos dirigimos al "pueblo de los dominicos", un pequeño centro artesanal donde los lugareños muestran sus artesanías intentando timar a todos los turistas que se aventuraban a visitar la zona. Allí vimos pájaros en jaulas, tiendecitas y ... un mercado. Era bonito. Aunque no gran cosa. TACHADO DE LA LISTA

Después de nuestra fugaz visita al pueblecito nos dirigimos a pasear a un barrio llamado Vitacura, al que Rapunchy había siempre deseado ir por estar lleno de altos edificios acristalados e interesantes arquitecturas, ya sabéis Rapunchy empezó a encontrar el sentido a su estancia en la ciudad. Además se encontró con Condorito quien, por cierto, es chileno!!! (era el destino).

Después de mucho pasear nos fuimos a visitar el cerro de Sta Lucía. Donde pudimos disfrutar de unas bonitas vistas de la ciudad de Santiago después de subir un porrón de escaleras resbaladizas. Que se hicieron especialmente resbaladizas para mí a la vuelta ¬¬, me caí vale?

Uf bueno, voy a dejar el sábado porque sino no acabo. TACHADO DE LA LISTA. 

Hoy, domingo, fue un día más relajado. Fuimos al museo de las Bellas Artes por la mañana (aunque no había apenas más que unas pocas esculturas y cuadros de niños mu raros). Después fuimos al mercado Central de Santiago con las mexicanas a comer, y llegamos a un sitio donde sirven marsicos y pescados y cuyo metre era de Castelldefels  O.o. Rapunchy pudo probar diversos tipos de mariscos (no taaaan ricos como los gallegos, claro!) y nosotros los españoles acabamos chupando limones porque se supone que hacen algo de la digestión... costumbre mexicana... 

La tarde transcurrió tranquila aunque pudimos saborear unos "deliciosos" "dulces" mexicanos, que no tenían nada ni de sabrosos ni de dulces. Eran todo chile! :S

Hasta pronto wei.